¿Qué productos faltan en los Precios Cuidados? ¿Cuáles sobran? ¿Cuáles están a buen precio y cuáles, más caros que en los comercios de barrio? ¿El mismo producto de dos marcas distintas puede valer uno la mitad que el otro? ¿Cuáles no tienen sentido o parecen un chiste malo? ¿Cuáles son una estafa y cuáles, una gran oportunidad? ¿Nutricionalmente, qué tan buenos son los productos incluidos? El mejor análisis rubro por rubro de los productos alimenticios de los nuevos Precios Cuidados.
DE COMPRAS13 de octubre de 2022
El nuevo plan de Precio Cuidados se está implementando en los supermercados a lo largo de esta semana y estará vigente hasta el 7 de enero. La nueva lista cuenta con 452 productos y estipula subas de 3,3% en octubre, 4,7% en noviembre y 4,4% en diciembre.
Lácteos
Hay dos opciones de leche y una vale casi el doble que la otra, siendo de la misma empresa: leche fresca entera La Serenísima 1lt a $207 y la leche fresca entera Casanto 1lt a $125. Incluso la más barata de ellas cuesta más del doble que la que formaba parte de Precios Cuidados de inicios de este mismo año: lo que indica una inflación de más del 100% en diez meses, hasta en Precios ¿Cuidados?
Las cremas que se ofrecen en el plan son en realidad las mal llamadas “cremas para cocinar” que son simplemente cremas con bajo tenor graso; cremas que no pueden llamarse simplemente cremas según el código alimenticio. Tienen la mitad del tenor graso que una buena crema –alrededor del 40%– y las ofrecen al mismo precio que aquellas, una estafa. Y no solo eso, sino que cuestan un 100% más que la crema incluida en Precios Cuidados de principios de este año.
Por otro lado, la manteca incluida en el plan –Casanto 200gr a $343– está un 25% más cara que muchas otras mantecas del mercado. Y no solo eso, sino que cuesta casi 200% más que la misma manteca de Precios Cuidados a principios de este año, una gran demostración del fracaso.
Entre los dulces de leche se da otra curiosidad, se ofrecen a buen precio el de Verónica –que no está aún en góndolas– y el Casanto que es el mismo que el DDL clásico de La Serenísima, exactamente el mismo con otra etiqueta: buen gusto, ligero, una buena opción. Pero también forma parte de la lista el Dulce de Leche Clásico La Serenísima 250 cc a 252,9, un 25% más caro y con casi la mitad de la cantidad: cuál sería la lógica.
Lo mejor y más variado en materia de lácteos lo encontramos en yogures, 28 opciones a buenos precios. Sin dejar de remarcar otra situación al menos llamativa: Yogur Bebible Entero vainilla Lechelita de 900ml a $240 y el Yogur Bebible Sabor Vainilla García 900ml a $122.
Aceites
Casi todas las marcas de aceites de girasol y mezcla entraron en el nuevo plan de Precios Cuidados. Los aceites de girasol de 900cc rondan los $230 y, los de litro y medio los $350. Un precio muy menor a las opciones que no se encuentran dentro del plan. Los aceites mezcla –girasol y soja– valen un 25% menos, pero hay estudios recientes que destacan los efectos negativos –tanto neurológicos como cardiológicos– del aceite de soja.
Para remarcar, no quedó ni un aceite de oliva dentro de Precios Cuidados. Que, como medida nutricional es pésima, ya que el aceite de oliva es el más sano para consumir directamente –predominan las grasas poliinsaturadas o grasas buenas– o para utilizar en una fritura –ya que su punto de fusión es más alto–.
Alimentos procesados y conservas
Como idea primaria siempre es mejor obviar los alimentos procesados y cocinar uno mismo con frescos. Estos dos ejemplos de los nuevos Precios Cuidados son ilustrativos:
Ofrecen tres opciones de hamburgesas congeladas: 320gr Good Mark 4 unidades a $568, Finitas Paty 55gr a $175 y las Swift 12 unidades a $892. Las primeras dos salen mucho más caro que comprarse una buena carne picada y hacerse unas hamburguesas mucho mejores que cualquiera que uno pueda comprar congeladas. Pero las Swift me llamaron la atención por su precio. Resulta que, pese a que no lo aclare, son “medallones de carne vacuna con soja supercongelada”, según aclara su propio empaque. Una estafa.
El otro ejemplo claro de lo malo y caro que es consumir alimentos procesados lo encontramos en el Puré de Papas Chef Maggi por 100gr a $198.
Por el lado de las conservas, en el nuevo plan solo hay atún desmenuzado y la oferta de legumbres es realmente escasa, siendo un alimento barato y muy nutritivo que deberíamos consumir mucho más: no hay porotos, garbanzos solo crudos y las que están en la lista –arvejas y lentejas– no tienen precios menores a los que podemos encontrar en un supermercado chino o secas en un comercio de barrio. Pero además, pasa algo llamativo, el mismo producto por el mismo peso –la arveja seca remojada– se ofrece de dos marcas y una vale el doble que la otra: Arveja Secas Remojadas Arcor 300gr a $129,0 y Arveja Secas Remojadas Inalpa 300gr a $68,8.
Fiambres
Dentro de la lista nueva de Precios Cuidados hay solo dos fiambres: el Jamón Cocido Natural Feteado de Cagnoli por 120gr a $429 y el Leberwurst Minipieza Cagnoli de 150 gr a $150.
El jamón es correcto pese a tener un gusto final ácido por estar empaquetado, pero se ofrece a un precio mucho más alto del que podemos conseguir un jamón natural en una fiambrería: por ejemplo, el Jamón cocido natural Grassetto ronda los $200 los 100gr en fiambrerías y tiene incluso mejor sabor.
El leber no es más barato que otras marcas que ofrecen el mismo producto, incluso un poco más caro que el Calchaquí. Parece más económico por ofrecerse en menor cantidad, un clásico engaño.
Quesos
Dentro de la oferta de quesos en Precios Cuidados solo tenemos quesos cremas o quesos blandos, no hay ni un queso semi duro o duro.
La oferta de quesos untables es amplia, no así la de verdaderos quesos, entre los que el único no ligth es el queso cremoso La Paulina a $1.098 el kilo. Un precio un poco más alto del que podemos encontrar en fiambrerías o incluso, al de otras marcas en el mismo supermercado como Punta de Agua o Castelar.
Arroz y harinas
El arroz de supermercado es de muy mala calidad y ni siquiera más barato. Por ejemplo, dentro de este Precios Cuidados encontramos el Arroz Largo Fino Gallo por 1kg a $185. En el Barrio Chino –Casa China– ofrecen un arroz largo fino mucho más rico en bolsas de 2kg a $300. Ni hablar de las bolsas de 5 o 10 kg de arroz Fortuna Doble Carolina o Presidente por un precio promedio de $220 por kilo.
Entre las harinas tenemos dos opciones con una diferencia de un 40%, algo inaudito: la 0000 Cañuelas 1kg a $123 y la 0000 de Blancaflor 1kg a $175.
La única opción de polenta tiene un precio ridículo: $316 la Presto Pronta de 750 gr, cualquier otra marca vale al menos la mitad.
Igual de increíble es la oferta de harina de maíz, hay dos opciones, ambas por 1 kg: una cuesta $174 y la otra $432. Inentendible.
Panificados 
¿Es necesario 22 variedades de galletitas dulces o saladas más 4 opciones de bizcochos en una lista escasa y corta? Hay un solo pan de molde común en la lista: Rodajas Finas de Fargo por 550gr a $430. En supermercados chinos se consigue los de marca Dharma o Usua a mejor precio y al menos, de igual calidad.
Gaseosas
Increíblemente donde mejores precios encontramos es en las gaseosas, particularmente en la Coca–Cola, tan necesaria para una dieta sana y nutritiva… Hoy, una Coca–Cola de 1.75lt no baja de los $350 y en los nuevos Precios Cuidados aparece la de 1.5lt a $160, la mitad del precio.
Entre las opciones de Coca–Cola los precios son totalmente ilógicos: de 1lt a $158, de 1.25lt a $155 y de 1.5 a $160. ¿Será que no habrá ninguna de ellas? Por ahora, no llegaron a las góndolas.
Bonus Track
También anunciaron que el plan de Cortes Cuidados se renovó hasta el 7 de noviembre con nuevos valores de los cortes por kilo: tira de asado a $765; vacío, $999; matambre, $969; falda, $499; tapa de asado, $765; nalga, $1.049; y paleta, $849.
Productos, cortes, verduras; bocados al alcance de la mano que no apreciamos lo suficiente. Somos un país con una gran abundancia de materia prima pero nuestra dieta se suele conformar de no más de 15 productos. ¿Cuál sumarías a la lista?
Culpa del marketing, sobre todo, y también, de la crisis. Supongo que se trata de esa maldita necesidad de “resaltar” algunas cosas y a la vez, “ocultar” otras; muchas veces en pos de ofrecer un producto más barato sin que se note. Ese cruel menester de hacer equilibrio en el fino límite entre la estafa y la ley. A veces, el Código Alimentario no alcanza para imponer mayor claridad y el consumidor lo sufre: en el sabor, en la salud y en el bolsillo. La lista se compone de algunos productos que encontré últimamente en diversos supermercados y comercios.
Un paseo por el mundo en colectivo: seis mercados o supermercados étnicos porteños más allá del famoso Barrio Chino.
En la última década la historia del queso argentino se aceleró bruscamente. Brotaron nuevos pequeños productores artesanales repartidos por todo el país que nos ofrecen variados y muy buenos productos en contraposición al, casi siempre, insípido queso industrial argentino. Hoy, se producen unas 200 variedades que queso. Algunos buenos quesos y sus productores, dónde comprarlos, la historia del queso argentino y sus variedades más famosas.
Compramos y probamos doce papitas de distintas marcas, las que se encuentran en cualquier supermercado o chino. Todas ellas en su versión clásica, sin sabores, sin cortes distintos, la básica de cada marca para mantener un criterio y poder compararlas. Todas tienen, al día de hoy julio de 2024, un precio entre los $700 y $2300 en su versión más chica que va desde los 40 a los 100 gramos.
Famosas y clásicas pero a la vez, creo, algo lejanas, ajenas para nosotros. Recorrer y conocer el mundo a través de ensaladas con nombre propio. Ricas, interesantes, variadas; distintas. Buenas recetas frías para estos días de calor. Y cada una, con su respectivo aderezo.
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Culpa del marketing, sobre todo, y también, de la crisis. Supongo que se trata de esa maldita necesidad de “resaltar” algunas cosas y a la vez, “ocultar” otras; muchas veces en pos de ofrecer un producto más barato sin que se note. Ese cruel menester de hacer equilibrio en el fino límite entre la estafa y la ley. A veces, el Código Alimentario no alcanza para imponer mayor claridad y el consumidor lo sufre: en el sabor, en la salud y en el bolsillo. La lista se compone de algunos productos que encontré últimamente en diversos supermercados y comercios.
Entender por qué algo nos parece más rico –o más feo– es un gran paso para poder cocinar mejor, o al menos, a consciencia. Así como el umami o quinto sabor se transformó en uno de los términos y conceptos más repetidos y resonantes en la gastronomía mundial en la última década, ahora es el tiempo del kokumi.
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