En época de vacas flacas, si encontrás alguna dando vueltas sobre una bandeja y con precio amigable, no la desperdicies. La semana pasada se oficializaron los precios y cortes de esta nueva etapa del plan Precios Cuidados. A raíz de eso, te proponemos recetas para cada uno de ellos. Sabemos que no todos los cortes se encuentran en cada supermercado y a veces, no tienen la mejor pinta, pero en general, al menos uno que esté bueno se consigue. Por eso, algunas ideas para preparar de la mejor manera cada uno de ellos es la clave para no ir a buscar uno específico sino, dejar que la carne te encuentre a vos.
RECETAS02 de mayo de 2022
Los cortes de Precios Cuidados se pueden encontrar en los supermercados de cadena y en las carnicerías adheridas al plan –muy pocas.
Asado de tira $679: Bulgogi, un básico coreano
Decir que se puede hacer a la parrilla o en el horno sobre una rejilla con el fuego bien fuerte para que no se sancoche es una obviedad. Pero la carne del asado es perfecta –por su cantidad de grasa generosa y entreverada– para preparar un buen bulgogi, uno de los básicos de la cocina coreana. Una receta fácil y rápida.
Ingredientes para dos personas
Medio kilo de asado de tira
Una zanahoria
Una cebolla
Jengibre
Tres dientes de ajo
Una pera
Dos cebollas de verdeo
Azúcar
Media taza de salsa de soja
Cuatro cucharadas de vinagre de manzana
Una cucharada de aceite de sésamo tostado
Pimienta negra
Preparación
Cortar la carne en tiras de unos 5 centímetros de largo y medio de espesor –los huesos se pueden guardar para hacer un caldo–. Por otro lado, procesar o rallar la pera sin su piel. Poner la carne cortada en un bowl y verter la pulpa de pera sobre ella.
Picar los ajos y unas dos cucharadas de jengibre. Cortar la cebolla y la zanahora en juliana –tiritas– finas. También, la cebolla de verdeo en aros. Agregar todo al bowl con la carne. Allí, añadir también unas dos cucharadas de azúcar, media taza de salsa de soja, cuatro cucharadas de vinagre de manzana, una de aceite de sésamo y buena cantidad de pimienta negra. Dejar marinar en la heladera al menos media hora.
En una sartén a fuego máximo agregar un poco de aceite neutro y saltear rápidamente toda la preparación por no más de 5 minutos. Añadir al final la parte verde -tallo- de la cebolla de verdeo. Debe ser una cocción rápida y a fuego bien potente. Ideal acompañar con arroz blanco.
Vacío $815: braseado con vino blanco
Un clásico bien hecho. Un vacío al horno inmejorable, braseado con vino blanco. Para dejarlo haciéndose y ponerte a hacer otras cosas.
Ingredientes para cuatro
Dos kilos de vacío
Una botella de vino blanco seco
Una cabeza de ajo
Dos cebollas
Dos zanahorias
Una rama de apio
Agua o caldo de verduras o carne
Hierbas -tomillo o romero-
Laurel
Sal y Pimienta
Preparación
Cortar las cebollas en cuartos, las zanahorias en redondeles bien gruesos y el apio en pedazos grandes.
En una fuente para horno con bordes altos –si tiene tapa mejor– disponer el vacío. Salpimentarlo bien. Agregar las cebollas y las zanahorias ya cortadas y la cabeza de ajo entera. Verter el vino blanco y algo de agua o caldo hasta casi cubrir la carne. Le va bien un poco de tomillo o romero, algo de ají molido, incluso laurel.
Tapar con papel aluminio o la propia tapa y llevar a un horno medio –unos 180º– por más de dos horas –hasta unas cuatro– controlando de vez en cuando que tenga líquido. Cuando la carne ya se deshaga con el tenedor y falten unos 20 minutos para comer, destapar y subir el fuego. Dejarla 10 minutos de cada lado para que se dore por fuera –controlando que no se quede sin líquido.
Matambre $810: a la leche
Una receta de la abuela que se encuentra poco.
Ingredientes para cuatro
Un matambre
Dos litros de leche
Cinco dientes de ajo
Laurel
Ají molido
Pimienta
Nuez moscada
Pimentón
Tomillo
Sal
Preparación
Desgrasar un poco el matambre y disponer entero sobre una fuente para horno con bordes altos. Condimentar con lo que más te guste, en este caso pimienta negra, nuez moscada, ají molido, pimentón, tomillo y algunas hojas de laurel –la sal, justo antes de ir al horno–. Picar los dientes de ajo y agregarlos. Verter le leche sobre la carne condimentada –la leche debe cubrir totalmente el matambre–. Dejar marinar la carne en leche por al menos cuatro horas –ideal toda la noche–.
Salar y llevar a un horno a temperatura media–baja, unos 170º. Cocinar por al menos dos horas, el matambre debe quedar bien tierno, la leche se debe evaporar en parte, cuajar y dorar. Simple y más que rico.
Tapa de asado $679: pastrón rápido de casa
Su versión original demora al menos una semana y se hace con salitre.
Ingredientes para cuatro
Un kilo y medio de tapa de asado
Una cabeza de ajo
Dos cucharadas de azúcar
Una botella de vino tinto
Coriandro
Clavo de olor o anís estrellado
Canela
Pimentón
Ají molido
Laurel
Pimienta y sal
Preparación
Desgrasar la tapa de asado, disponer sobre una fuente con bordes altos u olla, salar bien, agregar unos seis dientes de ajo aplastados, dos cucharadas de azúcar y un poco de pimienta en grano. Cubrir todo con agua. Tapar la fuente con un papel film –o su propia tapa si tuviera– y dejar un día en la heladera.
Al día siguiente, retirar la tapa de asado, enjuagar y volver a disponer sobre la misma fuente u olla ya seca. Cubrir bien la carne de ambos lados con la mezcla de especias que querramos –en este caso: coriandro, clavo de olor, canela, pimentón, ají molido, laurel, pimienta molida y un par de dientes de ajo picado–. Verter vino hasta aproximadamente la mitad de la tapa de asado. Tapar con papel aluminio y llevar al horno unas tres o cuatro horas a fuego bien bajo –unos 150º–.
Se puede comer frío o caliente, cortar bien fino para sandwiches o servir tajadas gruesas al plato con un acompañamiento.
Falda $449: Guiso de lentejas
Ingredientes para cuatro
Un kilo y medio de falda
Un chorizo colorado
Medio kilo de lentejas
Dos cebollas
Una zanahoria
Cinco dientes de ajo
Un morrón verde
Un vaso de vino tinto
Agua caliente o caldo
Laurel
Perejil
Ají molido
Pimentón
Orégano
Pimienta y sal
Preparación
Poner las lentejas en remojo al menos dos horas.
Desgrasar un poco la falda y cortar por hueso –cada hueso y su carne–. Cortar el chorizo colorado en medias ruedas.
En una buena olla, verter un poco de aceite y poner a dorar el chorizo unos minutos. Retirar y poner la carne ya salada. Dejar que se dore. Mientras tanto, picar la cebolla, el ajo y el morrón, cortar la zanahoria en cubitos o semicírculos, y el tomate en cubos.
Retirar la carne ya sellada y allí mismo poner a cocinar primero la cebolla con un poco de sal –para que largue humedad–, luego la zanahoria y el morrón y por último, el ajo. Cuando las verduras tomaron color y empiezan a pegarse al fondo agregar el tomate cubeteado, el chorizo colorado y la falda. Añadir el vaso de vino y esperar unos minutos a que se evapore el alcohol. Es momento de agregar las lentejas y condimentar –en este caso con orégano, pimienta, pimentón, ají molido y un par de hojas de laurel–. Revolver y añadir agua caliente o caldo hasta tapar la preparación.
Cocinar a fuego medio durante un poco menos de una hora, hasta el punto de la lenteja que te guste. En el guiso de lentejas, el punto de la lenteja maneja los tiempos. Para terminar, rectificar la sal y agregar un poco de perejil picado.
Nalga $859: shawarma en brochette
Una versión casera y rápida del shawarma. Para comer con cubiertos o armarte un buen sandwich en pan pita con yogur y algunas verduras como repollo, zanahoria, berenjena, tomate, lechuga, cebolla.
Ingredientes para dos
Medio kilo de nalga cortada para milanesa
Palitos de brochette remojados en agua
Dos dientes de ajo o ajo en polvo
Comino
Baharat o siete especias
Jengibre en polvo
Canela
Nuez moscada
Perejil
Pimienta y sal
Aceite de oliva
Preparación
Cortar la carne en cuadrados de unos cuatro centímetros de lado. Disponerlos en un bowl, rociar con un poco de aceite de oliva y condimentar, en este caso, con: ajo picado o en polvo, perejil picado, comino, baharat, jengibre, canela, nuez moscada y pimienta. Dejar al menos media hora en la heladera para que se marine.
Con los palitos ya húmedos –para que no se quemen– disponer los cuadrados de nalga unos sobre otros sin hacer demasiada presión. Salar y cocinar en una plancha bien caliente por sus cuatro lados. Una opción rápida y diferente.
Paleta $699: Boeuf bourguignon
Ingredientes para cuatro
Un kilo de paleta
200 gramos de panceta ahumada
Tres zanahorias
Una cebolla
Una botella de vino tinto
Dos dientes de ajo
Dos ramas de apio
Tomate concentrado o media lata de tomates
Una taza de harina
Medio litro de caldo de carne
200 gramos de champiñones
Laurel
Tomillo
Perejil
Pimienta y sal
Preparación
Cortar la carne en cubos de unos cuatro centímetros de lado. Salpimentar y henarinar ligeramente. Cortar la panceta en lardones.
En una buena olla, dorar la panceta. Retirar y dorar la carne. Mientras tanto, picar la cebolla y el ajo, cortar el apio en cubos y la zanahoria en semicírculos. Cuando la carne esté bien dorada, retirarla y agregar allí mismo la cebolla con un poco de sal. Levantar el fondo de cocción con la cebolla. Agregar el apio, la zanahoria y el ajo. Dejar unos minutos a que todo se dore. Añadir dos cucharadas de tomate concentrado o media lata de tomates perita. Luego, la carne y la panceta ya doradas.
Cuando se está empezando a pagar todo al fondo de la olla, echar el vino y desglasar. Dejar que se evapore el alcohol. Añadir dos hojas de laurel, un puñado de tomillo y bastante pimienta negra. Agregar por último el caldo y dejar cocinar a fuego bajo al menos por una hora y media.
Cuando el guiso ya casi está, cortar los champiñones en cuartos, dorarlos en una sartén con un poco de aceite de oliva y agregarlos a la preparación. Servir con perejil picado y acompañar con papas hervidas, puré de papas o arroz.
Ideas simples para enaltecer los platos de todos días. Para salir de lo habitual o darle una vuelta de tuerca a esos clásicos. Mis consejos para algunos platos básicos que solemos comer bien seguido. Otro estilo de milanesa, un puré o una tortilla de papas perfecta, cómo hacer un caldo casero bien rápido o, por ejemplo, con qué salsear cada tipo de pescado.
Una cocina italiana que, curiosamente, no llegó a Buenos Aires. Solo el 1,4% de los inmigrantes italianos que llegaron a la Argentina a fines del siglo XIX y principios del XX provinieron de la región del Lacio –capital Roma–. Una cocina más bien de clases bajas, con mucha menudencia, corte despreciado, fiambres no elegantes y quesos de oveja. No se trata de una “cocina de producto” despojada y elegante sino, al contrario, de enaltecer con mano y corazón alimentos baratos. Una cocina de casa, reconfortante y bastante simple de preparar. Pocos ingredientes, ricos.
Famosas y clásicas pero a la vez, creo, algo lejanas, ajenas para nosotros. Recorrer y conocer el mundo a través de ensaladas con nombre propio. Ricas, interesantes, variadas; distintas. Buenas recetas frías para estos días de calor. Y cada una, con su respectivo aderezo.
Para mí, las fiestas es el gran momento del buffet frío, de hacer y comer todos tus favoritos de verano, de darse gustos, de no joder con la culpa por, al menos, un par de noches. Celebramos construcciones y pactos sociales y religiosos y con esa excusa, tan convincente, podemos, por fin, comer lo que queramos en las cantidades que queramos. Algunas opciones bien clásicas y otras más alternativas, con productos simples y dentro de todo baratos.
Se trata de la cocina regional argentina más potente, explorada y trabajada; más compleja e interesante. Mi rincón favorito del país por su cultura propia, por sus paisajes únicos, por sus rincones aún casi inexplorados y por tener una cocina bien propia. Donde se fundaron y se establecieron muchas de las primeras ciudades, donde el pasado precolombino más se sostuvo y la fusión con los productos y las técnicas europeas produjo las mezclas más interesantes.
Usá las verduras que están mejor y más baratas en este momento. La primavera trae brotes, flores, frutos, hojas y legumbres deliciosas. Ideas, buenas combinaciones, cocciones ideales y mi receta favorita para cada una.
Una cocina italiana que, curiosamente, no llegó a Buenos Aires. Solo el 1,4% de los inmigrantes italianos que llegaron a la Argentina a fines del siglo XIX y principios del XX provinieron de la región del Lacio –capital Roma–. Una cocina más bien de clases bajas, con mucha menudencia, corte despreciado, fiambres no elegantes y quesos de oveja. No se trata de una “cocina de producto” despojada y elegante sino, al contrario, de enaltecer con mano y corazón alimentos baratos. Una cocina de casa, reconfortante y bastante simple de preparar. Pocos ingredientes, ricos.
Sobre todo es, y también es muy buena, seguro que no es mala, pero también, casi seguro, que no es la mejor.
Técnicas de cocción muy corrientes que, para mí, deben sepultarse. Muchas por supuestos olores, otras por comodidad, otras por ignorancia y otras, hasta por gustos inentendibles, porque, aunque digan lo contrario, de gustos está todo escrito. Por supuesto, siempre hay pequeñas excepciones a cada punto, pero por regla general es así. ¿Cuáles otras se te ocurren? ¿En cuáles no coincidís?
Porque las modas cambian, porque los paladares mutan, porque importa más el rendimiento y los costos, porque no hay demanda, porque simplemente no eran tan ricos o, porque: solo nos olvidamos. Algunas preparaciones que fueron populares y clásicas en los restoranes y cocinas argentinas, sobre todo porteñas, y hoy se encuentran olvidadas o en vías de extinción.
Ideas simples para enaltecer los platos de todos días. Para salir de lo habitual o darle una vuelta de tuerca a esos clásicos. Mis consejos para algunos platos básicos que solemos comer bien seguido. Otro estilo de milanesa, un puré o una tortilla de papas perfecta, cómo hacer un caldo casero bien rápido o, por ejemplo, con qué salsear cada tipo de pescado.