
Me llamo Juan Caparrós y siempre fui o estoy a punto de ser cocinero.
Algún día todos quisimos ser Anthony Bourdain. Por supuesto, yo también, como todos, lo quise hasta aquella mañana fría de junio.
ABOUT ME13 de diciembre de 2021
Algún día todos quisimos ser Anthony Bourdain. Algún día todos quisimos ser aquel muchacho más canchero que cualquier otro muchacho que se hizo famoso por contar lo que pasa de verdad dentro una cocina y después recorrió el mundo una decena de veces para mostrarnos por qué tenemos que escaparnos y probar todo lo que podamos. Por supuesto, yo también, como todos, lo quise. No existe mayor tentación que ser el cocinero rockstar bonito que viaja y prueba comidas por todo el mundo con desfachatez y frescura. Por supuesto, yo también, como todos, quise ser él hasta aquella mañana fría de junio de 2018 en la que nos enteramos que todos lo envidiábamos menos él; no lo pude entender, casi tanto como él no se entendía a sí mismo. Me cuesta entender el suicidio y aún más si se trata de mi rockstar favorito.
Leí Confesiones de un Chef –su libro inicíatico y aquel que lo hizo famoso– justo antes de empezar a trabajar en mi primera cocina. Tenía 18 recién cumplidos, mucho miedo y sobre todo, casi no sabía cocinar, pero todavía no lo sabía y por supuesto creía que si –igual que ahora–. El libro me asustó, me entusiasmó y me marcó: más que nunca quería ser como él. Después vinieron sus programas de televisión alrededor del mundo y vi cada uno de ellos varias veces. Su programa icónico se llamó “No Reservations” o en castellano: “Sin Reservas”.


Porque las modas cambian, porque los paladares mutan, porque importa más el rendimiento y los costos, porque no hay demanda, porque simplemente no eran tan ricos o, porque: solo nos olvidamos. Algunas preparaciones que fueron populares y clásicas en los restoranes y cocinas argentinas, sobre todo porteñas, y hoy se encuentran olvidadas o en vías de extinción.

Ideas simples para enaltecer los platos de todos días. Para salir de lo habitual o darle una vuelta de tuerca a esos clásicos. Mis consejos para algunos platos básicos que solemos comer bien seguido. Otro estilo de milanesa, un puré o una tortilla de papas perfecta, cómo hacer un caldo casero bien rápido o, por ejemplo, con qué salsear cada tipo de pescado.

Malos productos de supermercado que podríamos dejar de consumir y reemplazarlos muy fácilmente por otros mejores y, casi siempre, más baratos. Muchos, son productos ya elaborados para comer peor pero congraciarnos con nuestra fiaca. En otros casos, supongo, solo se trata de ignorancias o costumbres; por ir a lo seguro, por no asumir ningún riesgo o preferir comer peor y más caro, pero conocido.

Cuánta diferencia de precios hay entre un mercado minorista y un supermercado, en qué productos y por qué pasa esto. ¿Diferencia de precios y con ella, de calidades? ¿Más barato, peores productos? Ejemplos, referencias, estimaciones de lo que podría costar nuestra comida. Hoy, la canasta básica alimentaria ronda los $172 mil por persona promedio, pero: ¿a qué precio toman lo que comemos?

Hoy, no somos una de las grandes cocinas del mundo, siquiera una de las grandes cocinas de América, como lo son México o Perú. Qué tienen aquellas cocinas dominantes o qué nos falta a nosotros. Generalidades, mi subjetividad, por supuesto.