Ni un arroz pegajoso con hongos, ni arroz caldoso con pollo ni arroz suelto salteado con verduras; un risotto. Es un plato muy simple de hacer y a la vez, muy fácil de hacer mal. Su historia, sus secretos, sus diez mandamientos y sus recetas.
La paella no es un arroz con cosas. La paella no es un arroz amarillo húmedo y suelto. La paella no es guiso. La paella no es un fuentón de arroz con mariscos, arvejitas y morrón. Existen tantas variantes de la paella como regiones o pueblos españoles y a la vez, tantas veces se usa su nombre en vano.
El mundo consume unos 50 kilos de arroz por persona por año o lo que es lo mismo casi unos 150 gramos por día: un buen plato de arroz por día cada uno de nosotros, sin excepción. El progreso es, en casi todos los casos –si no todos–, inversamente proporcional al consumo de arroz.