Dim sum o el pequeño bocado que toca el corazón

LA VERDAD DE 23 de junio de 2022
No se trata de una comida, un plato o una preparación sino, de una idea, un estilo; un concepto. Originario del sur de China –de la zona de Cantón y Hong Kong– dim sum quiere decir algo así como “pequeño bocado que toca el corazón”. Pero para decirlo de una forma más simple, dim sum es cualquier pequeña porción de comida que se ingiera junto a un té –en un contexto chino, por supuesto, no vale una tostada con dulce de leche en casa–. Dim sum es el concepto culinario chino que más se expandió por occidente en los últimos años y solo tiene un verdadero exponente en Buenos Aires: Royal Mansion.
dim summ

El dim sum suele servirse típicamente dentro de cestas de bambú, puede ser tanto salado o dulce y estar hecho con todo tipo de animales, verduras o cereales cocinados al vapor, hervidos, salteados, guisados o fritos. Sin embargo, la mayoría de ellos consta de alguna masa rellena, aunque no todos. Por tanto, el dim sum engloba cientos de preparaciones pero todas dentro de una idea: es tanto una forma de servir la comida –en porciones chicas dentro de cestas de bambú que generalmente llegan a las mesas a través de carros para que uno se agarre todas las que quiera–, como una forma de relacionarse con ella –donde todo se sirve en el centro y se comparte–, como una tradición familiar china para acompañar habitualmente el té de la mañana o de la tarde –o de cada hora–. El dim sum es muy clásico en las largas mañanas de los fines de semana -algo como nuestra idea del brunch-. En resumen y dicho brutamente, el dim sum sería la versión oriental de las tapas, y qué cosa es una tapa: nada en sí mismo, cualquier cosa servida en una porción chica pero también una forma de concebir la comida y el compartir. 

Se dice que el dim sum nació para satisfacer a los viajeros de la Ruta de la Seda. Los primeros lugares de dim sum se supone que fueron postas en la ruta para que los aventureros pararan a descansar, tomar un té y comer algún bocadillo junto a él. 

hong kong

Por tanto, el dim sum solía ser una comida bien informal en un ambiente familiar, muy común para celebraciones o encuentros familiares chinos. Sin embargo, en los últimos veinte años cruzó todas las fronteras y se impuso como una de las comidas fundamentales de toda metrópoli que se enorgullezca de serlo. Los restoranes más clásicos de dim sum ganaron estrellas michellin, se transformaron en grandes cadenas y se volvieron una atracción –Din Tai Fung es la cadena más conocida, nació en los setentas en Taiwán y hoy tiene locales en una docena de países.

Ahora todos los grandes cocineros hacen sus versiones fusión de dim sum con productos locales, los turistas viajan miles de kilómetros para probarlas y cada vez más los grandes salones de té chinos muy chinos se transforman en restoranes de moda muy de moda donde queda bien haber ido y el dim sum ya lleva trufas o foie gras. 

El tipo de dim sum más conocido en el mundo es el dumpling –ravioles chinos–, del cual hay cientos de variedades, tales como: el xiao long bao –el dim sum más reproducido y afamado hoy en día–, un raviol con relleno sólido y líquido de cerdo y cangrejo que debe explotar en la boca; el siu mai, abiertos por arriba y rellenos de cerdo y langostino; el har gau, con forma de empanada y una masa elástica y transparente rellena de langostino; el jiao zi, los más conocidos y populares en la argentina, los que nos sirven cuando pedimos ravioles chinos en cualquier restorán; entre muchos otros. Otros dim sum clásicos fuera del mundo dumpling son: el bao –pan relleno cocido al vapor–, el cheong fan –canelón abierto hecho con masa de arroz–, las garras de pollo, el arroz glutinoso relleno, los congee o sopas de arroz, las verduras salteadas o al vapor, las costillas de cerdo, las albóndigas al vapor y tantos más.

El único y auténtico restorán de dim sum en Buenos Aires: Royal Mansion

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Un falso templo chino en una de las esquinas más transitadas del Barrio Chino: luces rojas, sillones altos, dos pisos, verdadera comida cantonesa. Con una carta bien larga y un sistema particular: cada plato tiene a su lado una letra y cada una de ellas corresponde a un valor. No hay carro que viene a la mesa con canastas de bambú sino que se trata de anotar el pedido en un papel que hay en cada mesa –es el otro método clásico en los restoranes de dim sum–.

En Royal China ofrecen todos los dim sum clásicos que ya mencionamos –unos sesenta–, los platos más famosos de la cocina cantonesa y además, el siempre rico pato laqueado. Es una verdadera experiencia, no es simple con tantas opciones y tanto desconocimiento llegar a una elección, hay que arriesgarse lo más posible –no quedarse solo con los dumplings y mucho menos, con los más conocidos– y es recomendable estudiar un poco el asunto antes de asistir.

Una de las joyas del Barrio Chino, uno de los pocos restoranes chinos que vale la pena: el templo del dim sum en Buenos Aires, una experiencia culinaria muy interesante.

Mendoza 1598. De miércoles a lunes mediodía y noche. @royalmansion.timson, en Instagram está el menú completo.

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