Seis pizzas atípicas e imperdibles para renovar el repertorio
Con todo el respeto del mundo a la pizza muzzarella o margarita –como gusta decir ahora–, existen otras miles de combinaciones posibles tan o más ricas que ella. Pocos y buenos ingredientes que se equilibren entre sí, de eso se trata la pizza.
Pizza de papa: la pizza más humilde –y no menos rica–
Ingredientes
Una papa
Romero fresco -o seco en su defecto-
Un puñado de queso duro rallado
Aceite de oliva
Preparación
Cortar la papa con cáscara en láminas casi transparentes, lo más finas posible –con mandolina, con el filo del rallador o con cuchillo–, fundamental para que se lleguen a cocinar. Ponerlas en un bowl con sal unos veinte minutos. Verter el líquido que larguen y agregar pimienta, el romero y un buen chorro de aceite de oliva.
Estirar la masa, espolvorear con queso rallado y colocar las papas con delicadeza cubriendo toda la superficie pero sin superponerlas. Rociar con un poco más de aceite de oliva y llevar al horno hasta que la masa y las papas estés doradas.
Opcional: Se le puede agregar un poco de panceta picada entre las papas, otro poco de queso rallado por encima o un poco de jamón crudo o unos champiñones ya salteados cuando la pizza esté lista.
Pizza con salchicha parrillera y grelos
Ingredientes
Dos cucharadas de salsa de tomate
Queso muzzarella
Una salchicha parrillera
Un racimo de grelos -o para reemplazarlos: una planta de radicchio colorado, endivias, achicorias o rúculas.
Preparación
Retirar la piel de la salchicha y dorar su relleno en una sartén a fuego medio procurando que quede bien separado.
Estirar la masa, agregar la salsa de tomate, el queso –no demasiado ya que la salchicha es un producto graso y pesado–, el relleno de la salchicha y las hojas enteras del grelo -o radicchio o endivia que también pueden ir al calor, en cambio si se trata de achicoria o rúcula es mejor agregarlas frescas con la pizza ya hecha.
Opcional: la salchicha parrillera puede reemplazarse por chorizo, por supuesto, o por un fiambre como la sopresatta o la longaniza, estos últimos irían directo sobre la pizza. También podría usarse una mitad de muzzarella y otra de un queso más fuerte como el provolone.
Pizza blanca de queso azul, pera y espinaca
Ingredientes
Aceite de oliva
Misma cantidad de muzzarella que de queso azul
Una pera
Un atado de espinacas
Preparación
Estirar la masa, rociar con aceite de oliva. Cortar la muzzarella y el queso azul y mezclarlos. Esparcirlos por la pizza. Sobre ellos colocar la pera cortada en ocho y algunas hojas de espinaca limpias sin sus tallos. Llevar al horno.
Opcional: Se le puede agregar unas nueces u otro fruto seco al final de la preparación. También se le puede poner salsa de tomate si lo preferimos.
Pizza de muzzarella ahumada, berenjena y panceta
Ingredientes
Un par de cucharadas de salsa de tomate
Muzzarella ahumada –Canut vende una bastante económica que se consigue fácilmente, sino ya hay otras un poco más caras.
Una berenjena
100 gr de panceta
Albahaca
Preparación
Cortar la berenjena en rodajas finas. Dorarlas en una sartén con un poco de aceite de oliva. Sacar las berenjenas y en la misma sartén saltear la panceta cortada en lardones o fetas.
Estirar la masa, esparcir la salsa de tomate, el queso, disponer las berenjenas y por último la panceta.
Cuando sale del horno, echar algunas hojas de albahaca por arriba.
Opcional: Puede hacerse sin panceta y con algo de queso duro rallado por encima de las berenjenas, se pueden agregar unas aceitunas negras también o rodajas de tomates frescos y un poco de ajo, por ejemplo.
Pizza sardenara, típica de San Remo
Ingredientes
Cuatro cucharadas de salsa de tomate -abundante-
Tres dientes de ajo
Anchoas en conserva o sardinas en conserva
Aceitunas negras
Alcaparras
Albahaca
Aceite de oliva
Preparación
Estirar la masa de la pizza, esparcir la salsa de tomate, agregarle los dientes de ajo laminados, las alcaparras y un chorro del aceite de las anchoas.
Cuando la pizza está lista colocar las anchoas o sardinas, las aceitunas negras sin carozo y unas hojas de albahaca por encima.
Opcional: Se puede agregar un peperoncino u otro ají picado al momento de llevarla al horno para darle un toque picante. Si no tenés alcaparras no hay problema. También se puede hacer sin anchoas y te sale una pizza de cancha.
Pizza de ricota, zucchini y menta
Ingredientes
Un paquete de ricota –Arrivata vende una ricota cremosa ideal–
100gr de queso duro rallado
Un zucchini
Menta
Aceite de oliva
Preparación
Escurrir bien la ricota.
Cortar el zucchini en laminas bien finas a lo largo o en su defecto en redondeles. Dorar muy rápidamente en una sartén con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta.
Estirar la masa, agregar el queso rallado y la ricota sobre ella, un chorro de aceite de oliva y los zucchinis salteados.
Cuando sale del horno agregarle la menta fresca picada.
Opcional: La misma pizza se puede hacer con flores de zucchini o con un poco de un queso de cabra también quedaría muy bien. A su vez, se le puede poner en la base de la pizza una película de crema de leche no muy ligera.
Masa para pizza napolitana –cada bollo-
Ingredientes
200gr de harina 000
120cc de agua
Dos gramos de levadura seca –o seis de fresca–
Una cucharada de sal
Preparación
Disolver la levadura en el agua. En un bowl mezclar la harina con la sal y agregar la levadura disuelta en el agua. Formar una masa.
Llevar a la mesada y amasar unos veinte minutos. Dejar descansar una media hora tapada con film o un repasador. Pasado ese tiempo, llevar a la heladera. Dejar leudar allí al menos un día entero.
Sacar de la heladera dos horas antes de usar para que no esté fría la masa. Estirar con las manos.
Salsa de tomates básica
Ingredientes
Un kilo de tomates muy maduros
Cinco dientes de ajo
Un atado de albahaca
Aceite de oliva
Una cucharada de azúcar
Preparación
Cortar los tomates al medio y rallarlos hasta llegar a la piel.
Cortar los dientes de ajo en láminas, lavar las hojas de albahaca.
En una sartén a fuego bajo echar un chorro más que generoso de aceite de oliva, los ajos y diez o quince hojas de albahaca, cocinar por unos dos minutos a fuego muy bajo para que el ajo no se dore, se confite.
Verter los tomates rallados sin piel en la sartén, subir el fuego y condimentar con azúcar, sal y pimienta.
Dejar cocinar por unos quince minutos hasta que quede una salsa más concentrada, casi sin restos líquidos. Apagar el fuego, cortar un poco más de albahaca con la mano y agregarla a la preparación.