
Mi postre favorito, la tarta de queso en casi todas sus versiones, se está imponiendo de la mano de la tarta vasca, el nuevo bocado fetiche de la mesa dulce porteña. Sus orígenes, sus versiones alrededor del mundo y dónde comer las más ricas.
El reciente paseo gastronómico del Paseo La Plaza es un gran refugio para distraernos de la fiebre mundialista, las derrotas impensadas y los calores veraniegos del centro porteño. Es un paseo arbolado y calmo en medio de la ciudad con muy buenas opciones para comer y una dinámica muy agradable.
RESTORANES23 de noviembre de 2022Manducar, del latín manducare, masticar; es una forma coloquial de decir comer, incluso otras lenguas romances como el francés –manger– o el italiano –mangiare– toman esa raíz. Manduca, entonces, como su nombre lo indica, es una alternativa coloquial o informal y a la vez, muy agradable para comer.
Con un tamaño muy cómodo, un espacio más que agradable que olvida todo caos exterior y buena comida a precios sensatos; en Manduca todo parece estar en su justa medida. Su apacible paseo arbolado lleno de rincones placenteros ajenos de todo bullicio céntrico es una gran opción para las noches de verano o las salidas al teatro. Sus diez locales ofrecen, en general, opciones bien hechas y honestas, bebidas ricas a precios posibles y un servicio atento. Además, hay una terraza con una barra para aquellos intrépidos con espíritu juvenil.
Manduca, para decirlo burdamente, parece un buen “caldito” de la escena gastronómica de la Buenos Aires actual; una síntesis en unos pocos metros muy agradables de la oferta culinaria de la Ciudad: una nueva versión de una histórica parrilla –Los Platitos 57–, un representante de la cocina étnica más popular y presente de la ciudad, la peruana –Asu Mare–; un exponente de la nueva cocina asiática con baos y dumplings –Koko–; una pizzería napolitana, aquellas que están poblando cada rincón de Buenos Aires –San Paolo–; un bar de sándwiches, picadas y vinos pero en versión renovada –Batacazo–; uno de vermuts y platitos para compartir –Sifón–; un deli judío, tan en auge últimamente –Oy Vey–, una buena opción vegana –Lei it V–, una cafetería de “especialidad” con buena pastelería –Negro + Cuadra– y una rica heladería –Scannapieco–. Qué nos faltaría para tener una muestra completa de la Buenos Aires actual, quizás algunas buenas pastas o empanadas, pero poco más.
Mis favoritos de Manduca
Asu MarePara disfrutar un muy buen ceviche recién preparado –igual de buenos que en su primer local del barrio de Once– al aire libre. O para comer un arroz con mariscos o un rico chupe en épocas invernales. Calidad, frescura, buenos precios y porciones generosas.
@asumare_barracevichera
BatacazoUna gran opción de Manduca con ricos vinos naturales a precios no descabellados y muy buenas reversiones de clásicos sándwiches argentos, todos en ricos panes. Los hay, por ejemplo: de milanesa, de lomito, el clásico pebete o incluso, uno muy recomendable de vitel toné. Generosos y honestos. Además, ofrecen ricas croquetas y una picada muy recomendable de fiambres de buena calidad.
@batacazo.sangucheria
Negro + CuadraUn buen café –más de diez opciones– con una gran medialuna, ¿algo más podríamos exigir? Las galletas de chocolate también son adictivas. Nace de la fusión de una cafetería con una pastelería.
@cafenegorok y @cuadra.ba
Koko Bao BarUna opción agradable y amigable de cocina asiática, especialistas en baos –masas muy suaves hechas al vapor rellenas– y dumplings con interiores interesantes y sabrosos. Los baos vienen acompañados de ricas papas rotas y esa es la mejor síntesis del lugar: sabores asiáticos con espíritu porteño. Mis favoritos son el clásico bao de panceta y los dumplings de cerdo y langostinos.
@kokobaobar
San PaoloUn muy buen exponente porteño de la pizza napolitana. Una pizza delgada con los bordes inflados y algo tostados hecha con una masa de fermentación lenta e ingredientes delicados que se depositan crudos sobre ella. Se cocina en un horno de al menos 400º por no más de dos minutos. Ofrecen una docena de variedades, clásicas y modernas.
@sanpaolopizzería
Dónde: Avenida Corrientes 1660 (Paseo La Plaza) @Manduca.ba
Cuándo: Lunes de 10 a 16hs / Martes y miércoles de 10 a 23hs / Jueves a domingo: de 10 a 0hs
Por qué: Porque es una buena y muy agradable opción para escapar del bullicio, relajarse y disfrutar de una variada y rica comida.
Mi postre favorito, la tarta de queso en casi todas sus versiones, se está imponiendo de la mano de la tarta vasca, el nuevo bocado fetiche de la mesa dulce porteña. Sus orígenes, sus versiones alrededor del mundo y dónde comer las más ricas.
La albóndiga es una gran comida que conquistó el mundo en diversas pero cercanas versiones. Tienen más de tres mil años de historia e infinitas recetas. Acá, te cuento su historia, sus orígenes, sus mandamientos para hacerlas en casa y ocho de sus variantes más famosas alrededor del mundo y dónde probar cada una de ellas en Buenos Aires.
El boom de productos y preparaciones que hasta hace cinco años era casi desconocidos o de nicho y hoy, están hasta en la sopa. Una buena receta con cada uno o dónde comerlos.
La empanada es uno de los íconos de la gastronomía argentina y un embajador patrio en el mundo. Pero: ¿son argentinas? Tantas veces nos dijeron que eran nuestras, tantas veces escuchamos que se quemaron los dientes aquél día lluvioso de mayo de 1810, tantas veces sentimos orgullo por ellas: ¿tantas veces nos engañaron? Cada cultura creó o reversionó sus propias masas rellenas más o menos parecidas, algunas se impusieron a nivel global más que otras, pero todos y cada una de las grandes culturas de este mundo tiene su “empanada”: el lajmayín o fatay árabe, las samosas indias, las salteñas bolivianas, el brik tunecino o los nems vietnamitas; entre tantas otras.
Nueve comidas bien porteñas en sus versiones clásicas y modernas, en su receta tradicional o reversionada. ¿Cuál de los dos es cocina Argentina: la copia más fiel de su antepasado europeo o a las tradiciones criollas o aquél que se modificó y resignificó en estas tierras?
Nuevas pizzerías de Buenos Aires que valen la pena. Pese a que la pizza es un clásico argentino del siglo XX, uno de los emblemas de nuestra cocina patria luego de la oleada de inmigrantes italianos; en los últimos años hubo un nuevo despertar de la pizza, desde otro lugar, con otra filosofía y aspiraciones. La búsqueda de una pizza con otras intenciones, otros productos y otras recetas. Se amplió el abanico, llegaron estilos que no había, productos que no se encontraban y demandas que no existían hasta hace cinco años. Por eso, en los últimos tres o cuatro años abrieron en Buenos Aires decenas de pizzerías que aspiran a ofrecer eso: pizzas más allá de las clásicas porteñas de toda la vida. Muchas de las nuevas, buscan emular el estilo napolitano, pero otras, el neoyorquino o el romano o incluso, encontrar buenas reversiones modernas de la pizza porteña.
Un paseo por el mundo en colectivo: seis mercados o supermercados étnicos porteños más allá del famoso Barrio Chino.
Culpa del marketing, sobre todo, y también, de la crisis. Supongo que se trata de esa maldita necesidad de “resaltar” algunas cosas y a la vez, “ocultar” otras; muchas veces en pos de ofrecer un producto más barato sin que se note. Ese cruel menester de hacer equilibrio en el fino límite entre la estafa y la ley. A veces, el Código Alimentario no alcanza para imponer mayor claridad y el consumidor lo sufre: en el sabor, en la salud y en el bolsillo. La lista se compone de algunos productos que encontré últimamente en diversos supermercados y comercios.
Entender por qué algo nos parece más rico –o más feo– es un gran paso para poder cocinar mejor, o al menos, a consciencia. Así como el umami o quinto sabor se transformó en uno de los términos y conceptos más repetidos y resonantes en la gastronomía mundial en la última década, ahora es el tiempo del kokumi.
Productos, cortes, verduras; bocados al alcance de la mano que no apreciamos lo suficiente. Somos un país con una gran abundancia de materia prima pero nuestra dieta se suele conformar de no más de 15 productos. ¿Cuál sumarías a la lista?
Elementos prácticos no tan usados para cocinar mejor y más productivamente cada día. La plata siempre es una buena razón, pero en este caso, un poco menos. Utensilios que creo, escasean, no sé por qué, en muchas cocinas. Nada electrónico, nada moderno; cosas que no tienen reemplazo ni versiones superadoras. ¿Cuántos de ellos tenés? ¿Cuál sumarías a la lista?