
Usá las verduras que están mejor y más baratas en este momento. La primavera trae brotes, flores, frutos, hojas y legumbres deliciosas. Ideas, buenas combinaciones, cocciones ideales y mi receta favorita para cada una.
Usá las verduras que están mejor y más baratas en este momento. La primavera trae brotes, flores, frutos, hojas y legumbres deliciosas. Ideas, buenas combinaciones, cocciones ideales y mi receta favorita para cada una.
Usá las verduras que están mejor y más baratas en este momento. El invierno no es una gran temporada de frutas pero no así, de verduras. Muchas de ellas, menospreciadas o con injusta mala fama. Ideas, buenas combinaciones, cocciones ideales y mi receta favorita para cada una.
Preparaciones que son una comida completa, con distintas carnes, legumbres, cereales, hierbas, frutas y por supuesto, vegetales; ideales para el verano. Además, el aderezo particular para cada una.
Qué hacer con cada una, con qué combinarlas, cómo prepararlas, por qué aprovecharlas y comerlas ahora que es cuando están más ricas y baratas. Tres buenas recetas con cada una.
Para servir de entrada, para untar con pan, snacks, verduras, tostadas, totopos o lo que se te ocurra, para disfrutar las noches de primavera; opciones simples, ricas y accesibles.
Probamos tres técnicas y recetas bien distintas y te contamos cómo salió cada una y cuál es para nosotros la ideal. El buñuelo –o bocadito o bocadillo– es un clásico de nuestra cocina de inmigrantes. Es uno de esos platos que consideramos insignia de la gastronomía Argentina y que, como casi todos ellos, llegaron en barco con nuestros bisabuelos a fines del siglo XIX. Los buñuelos en su origen seguramente provengan de la gastronomía mora –quienes dominaron la península Ibérica desde el siglo VIII al XV.
Cómo y por qué cocinar hinojos, repollos, remolachas, berenjenas o coliflores a la parrilla y qué hacer cuando los sacamos del fuego.
Un paseo por el mundo en colectivo: seis mercados o supermercados étnicos porteños más allá del famoso Barrio Chino.
Culpa del marketing, sobre todo, y también, de la crisis. Supongo que se trata de esa maldita necesidad de “resaltar” algunas cosas y a la vez, “ocultar” otras; muchas veces en pos de ofrecer un producto más barato sin que se note. Ese cruel menester de hacer equilibrio en el fino límite entre la estafa y la ley. A veces, el Código Alimentario no alcanza para imponer mayor claridad y el consumidor lo sufre: en el sabor, en la salud y en el bolsillo. La lista se compone de algunos productos que encontré últimamente en diversos supermercados y comercios.
Entender por qué algo nos parece más rico –o más feo– es un gran paso para poder cocinar mejor, o al menos, a consciencia. Así como el umami o quinto sabor se transformó en uno de los términos y conceptos más repetidos y resonantes en la gastronomía mundial en la última década, ahora es el tiempo del kokumi.
Productos, cortes, verduras; bocados al alcance de la mano que no apreciamos lo suficiente. Somos un país con una gran abundancia de materia prima pero nuestra dieta se suele conformar de no más de 15 productos. ¿Cuál sumarías a la lista?
Elementos prácticos no tan usados para cocinar mejor y más productivamente cada día. La plata siempre es una buena razón, pero en este caso, un poco menos. Utensilios que creo, escasean, no sé por qué, en muchas cocinas. Nada electrónico, nada moderno; cosas que no tienen reemplazo ni versiones superadoras. ¿Cuántos de ellos tenés? ¿Cuál sumarías a la lista?