
Ideas simples para enaltecer los platos de todos días. Para salir de lo habitual o darle una vuelta de tuerca a esos clásicos. Mis consejos para algunos platos básicos que solemos comer bien seguido. Otro estilo de milanesa, un puré o una tortilla de papas perfecta, cómo hacer un caldo casero bien rápido o, por ejemplo, con qué salsear cada tipo de pescado.


El besugo es un pescado blanco delicioso con una carne algo grasosa y rosada, una textura suave y mantecosa. Tiene un sabor delicado y fresco por lo cual es ideal para comer crudo o en cocciones cortas como a la sartén, frito o al vapor. Se lo debe tratar con mucha delicadeza, no sirve para cocciones largas, caldos, estofados o incluso ceviches. Nada debe tapar su sabor delicado. 
La lisa es un pescado graso de carne muy sabrosa. De cuerpo alargado, con escamas gruesas y suele pesar entero unos dos kilos. Con un sabor intenso es ideal para cocinarlo entero a la parrilla o al horno y también, fileteado a la sartén. Debido a su grasa, no es necesario ser tan delicado con su punto de cocción, por supuesto, tampoco sobrecocinarlo.
El más elegante de la lista, entre los pescados blancos quizás el más sabroso, carnoso y firme. Un pez de profundidad que suele pesar al menos dos y hasta cinco o seis kilos. Muy versátil para cocinar. De filetes gruesos y todas las espinas unidas al espinazo central.








