El huevo revuelto más perfecto
En cualquier momento del día, solo, con pan, con medialunas, con jamón, con queso, con hongos, con panceta o con lo que se te ocurra un huevo revuelto, bien hecho, es una caricia al alma. Sin embargo, un huevo revuelto seco o aguachento o resquebrajado es una gran oportunidad desperdiciada: suele suceder por ansiedad o por ignorar la técnica.
Cuando están bien hechos los huevos revueltos deben ser cremosos, uniformes y jugosos; deben tener la textura y la homogeneidad de un buen yogur: deben ser una crema cuajada perfecta de huevo. El huevo revuelto se hace con paciencia y se come en el momento.
Preparación
Se calculan unos dos huevos por persona, y cada dos huevos, un cuarto de taza de leche entera y unos 20 gramos de manteca.
Romper los huevos en un bowl. Agregar la leche -entera- y la manteca fría cortada en cubos chicos. Integrar todo, revolver levemente y salpimentar bien, es el único condimento que llevan, para no tapar el sabor delicado de los huevos.
Poner una olla chica –la mejor y más antiadherente– a un fuego mínimo, mínimo. Sin ningún tipo de otra materia grasa sobre el fondo de la olla, echar la mezcla de huevos y no dejar de revolver en ningún momento con una cuchara de madera, cuidando que nada se pegue al fondo de la olla. Todo se trata de la paciencia que tengas y que no dejes de revolver para que se coagule todo el huevo de forma pareja. Cuanto más dure la cocción, mejor van a quedar.
Como dijimos, no dejar de revolver y levantar lo que se pegue en el fondo para que se coagule la menor cantidad de huevo posible, siempre a un fuego bien mínimo. Al principio, pareciera que nada se cocinara pero después de algunos minutos la textura del huevo va a empezar a ponerse cada vez menos líquida y cada vez más cremosa. Cuando toda la preparación se puso cremosa -no debería tardar menos de siete minutos si se hizo con paciencia-, retirar inmediatamente, servir y comer. No pasar de cocción, no esperar que estén totalmente firmes ni que el huevo se disgregue. Debe quedar una preparación homogénea y cremosa.
Tip: Si quisieras agregarle a los huevos algún ingrediente o sabor adicional, recomiendo que se lo sumes cocido o crudo pero al final de la preparación, al momento del emplatado, salvo que quieras agregarle algo de queso, en ese caso si iría en la mezcla de huevos, leche y manteca.