Qué mejor para una noche de verano, aquellos que no tenemos la suerte de estar frente al mar, que consolarnos con un buen plato de rabas: tiernas pero crocantes, doradas pero claritas, con un apanado consistente pero fino, suaves pero gustosas, fritas pero no aceitosas, exactas, clásicas. Las rabas o calamares a la romana se convirtieron en un clásico argentino, un clásico de los menús de bodegones o restoranes porteños más clásicos.

El calamar frito, en todas sus versiones y denominaciones es una comida que conquistó el mundo y, casi todas las culturas gastronómicas crearon sus propias versiones. Desde los turcos hasta los peruanos pasando por los filipinos o los japoneses. La nuestra, es oriunda de España, de Cantabria: único lugar de España donde las llaman como nosotros: rabas. Una comida simple que nos seduce a fuerza de una sencilla perfección casi imbatible. Solo debemos preguntarnos: ¿con o sin provenzal?

Gijón 

Un clásico bien porteño: bodegón de comida de estilo española sencillo y honesto en una esquina del barrio de Monserrat. Sus rabas son famosas y memorables. Con o sin provenzal, cortadas de un tamaño medio y un apanado consistente y bien crujiente, allí hay más que solo harina. Porción generosa. Además, buenas frituras, buenas tortillas y buen mondongo.

Chile 1402. De lunes a sábado mediodía y noche. @gijon__ok

El Obrero

Una de las mejores rabas de la ciudad, sin dudas, se sirven en este bodegón de La Boca con casi 70 años de historia que se transformó de una cantina para empleados del puerto a lugar obligado de la identidad porteña y por tanto, de muchos turistas. El lugar que le dijo que estaba lleno a Bill Clinton, el lugar de una gran tortilla, muy buenas carnes, grandes pescados y sobre todo, unas rabas impecables: crocantes, gruesas, tiernas, generosas; exactas. Fotos, banderines y remeras de fútbol entre pizarras con platos y más platos invaden las paredes. Debieron cerrar durante la pandemia y después de dos años volvieron.

Caffrena 64. De lunes a sábados por la noche. @elobrero1954

Iñaki

Un restorán clásico de cocina vasca, un emblema de la cocina marítima de Buenos Aires. Con un servicio y un ambiente cuidado ofrecen productos de muy buena calidad tratados con respeto y dedicación. Las rabas, por supuesto, no son la excepción; mucho menos, los calamaretis. Las tortillas son realmente buenas y los arroces también –cosas difíciles de encontrar en Buenos Aires–. Para darse un gusto, un clásico.

Moreno 1341. De lunes a viernes mediodía y noche. Sábados también de noche. @inakirestaurante

Centro Asturiano 

Restorán de un club clásico porteño dentro de un gran edificio señorial de principios del siglo XX. Un restorán con todos los clásicos españoles–argentinos, muy rica fabada –plato típico asturiano–, buenas tortillas, ricos mariscos y por supuesto, rabas –con o sin provenzal– impecables: crujientes, tiernas y generosas. Ambiente, comida e historia en un solo lugar.

Solís 475, tercer piso. De martes a sábados mediodía y noche. Domingos solo mediodía. @centroasturianorestaurante

Las Glorias 

Restorán del club Glorias de Tigre: familiar y barrial, un clásico de la zona. Para cuando vayas a pasear por el Tigre, una parada inevitable. Salón con vista a la cancha de futsal. Rabas impecables, gruesas, un apanado fino y crocante. También, muy buenas milanesas y minutas.

Chacabuco 485, Tigre. Abiertos todos los días mediodía y noche.

El Puentecito 

Una parte de la historia de Buenos Aires, el bodegón en funciones más antiguo de la ciudad, desde 1873 en esa esquina de Barracas a metros del viejo Puente Pueyrredón. En el lugar funcionó una pulpería y posta desde 1750. Y en 1912, Yrigoyen dio un discurso antes de ser electo presidente; un restorán que resume la historia reciente de Buenos Aires –conserva algunos objetos de época. Sus rabas como deben ser: gruesas, crocantes y tiernas, de apanado fino y leve. Además, buenas milanesas, buenos clásicos porteños–españoles y buenas tiras de asado. Historia, presente y comida como se debe.

Vieytes 1895. De martes a domingo al mediodía. Viernes y sábados también por la noche. @puentecito_arg

Albamonte 

Inaugurado en 1958, Albamonte es el mejor bodegón del barrio de Chacarita y alrededores. Estética porteña inmejorable: doble puerta de entrada, salón amplio, manteles blancos, mozos de oficio y una clientela fiel que suele sobrepasar las seis décadas. Muy buenas rabas, también calamaretis fritos. Cocina de estilo italiano–porteña con pastas a juego, milanesas y minutas impecables y postres memorables –su merengue y su flan destacados–.

Av. Corrientes 6735. De martes a domingo a la noche. Viernes, sábado y domingo al mediodía. @albamonteristorante

Los Bohemios 

Se trata del restorán o bufé del Club Atlanta. Las camisetas azul y oro invaden las paredes y la comida generosa y honesta, las mesas. Sus rabas son exactas, de las mejores, sin dudas. También sus ravioles de osobuco con estofado son un clásico de un domingo de invierno, sus milanesas más que buenas, y sus dos distintivos son: el puré de papas duquesa con los pescados y las papas bravas que salen con la entraña jugosa.

Humboldt 540. De martes a domingo mediodía y noche. @losbohemios.restaurante

Pucará 

Clásico, honesto y sencillo restorán especializado en pescados del barrio de Caballito. Manteles de tela, mozos memoriosos y escaparates de madera; una pequeña muestra de una Buenos Aires que ya casi no existe. Un restorán que no necesita prensa, solo habitués. Las rabas salen exactas: tiernas, crocantes y suaves. Las tortillas también son buenas, los mejillones a la provenzal o los pescados frescos.

Senillosa 493. De martes a sábado mediodía y noche. Lunes solo a la noche.