Las historias, formas, características y dónde probar las grandes pastas rellenas del mundo. Asociamos a la idea de pasta rellena con sus variantes italianas y sobre todo, a los ravioles, pero casi cada gran cultura creó o adoptó alguna pasta rellena como propia. Hay decenas de ellas desperdigadas por el mundo que deben ser descubiertas y saboreadas. Tales como los jiaozi chinos, los momos tibetanos, los manti turcos y los mandu coreanos, los pelmeni rusos o los pierogi polacos, entre tantos otros.
El origen de su concepto, su historia, el curioso devenir de los hermanos McDonald’s y dónde comer los mejores fast–food del mundo en Buenos Aires más allá de la hamburguesa y las grandes cadenas.
Comer en un restorán que se las dé de algo debe ser más que solo comer, más que ir a buscar sabores conocidos y recontra masticados; debe ser chocarte con algo que uno no fue a buscar ni podría imaginar. Deben ser experiencias, emociones –buenas y malas–, sorpresas, novedades, enriquecerse; simplemente, de alguna manera, vivir y no pasar los días uno tras otro o en este caso, las comidas. Y eso, en Mercado de Liniers sucede, suceden cosas, te pasan cosas: crean, provocan, son osados.
Acá te propongo salir, disfrutar del verano porteño a través de sus calles pero también de sus sabores, sus olores y sus productos; patrios y de cada rincón del mundo que quiso poblar la República Argentina. Paseos por los barrios porteños, por sus mercados, sus negocios y sus restoranes. Recorridos a pie caprichosos; los que yo haría para probar cocinas, entender mundos y conocer cosas nuevas –o no tanto–. Tanto para pasear como para comprar productos o sentarte a comer. Cinco muy buenos recorridos.
La historia y los pormenores de la biblia sagrada de los cocineros ¿Es confiable? ¿Negocio o romanticismo? ¿Estamos al nivel?
Nueve restoranes donde comer muy buenas preparaciones con sus protagonistas en crudo, pescados o carnes: desde un restorán coreano tradicional hasta un moderno restorán de comida argentina, pasando por peruanos, filipinos, japoneses, libaneses, mexicanos o todos aquellos que hagan grandes platos con el producto en su estado más simple y perfecto; en crudo.
Un ave que forma parte las cocinas del mundo hace milenios, una de las pocas carnes que era consumida en América, Europa y Asia antes de que hubiera relaciones entre ellos. Un animal que nos otorga diversos placeres y casi todos ellos igual de satisfactorios: desde una carne jugosa y carnosa hasta la grasa más increíble; culturas alrededor del mundo lo tratan de formas muy diversas, casi contradictorias, y todas tienen razón. Si hay tal quorum, tal acuerdo mundial y milenario, para qué perder el tiempo en debatir.
Esta lista puede ser infinita y siempre será discutida, con razón. Aquí una humilde selección de nueve que me parecen realmente buenos y variados, tratando de ir más allá de los clásicos de toda la vida.
Cada cocina fusión nace de forma natural como consecuencia de un fenómeno socio-cultural más amplio, una cocina fusión no brota desde las cocinas sino que llega hasta ellas por el movimiento espontáneo de la sociedad, es un fenómeno que toma vida propia, que no tiene autor ni propietarios, que no tiene creadores ni dueños. La cocina fusión no se trata de evolución, sino de creación, de un fenómeno social, cultural e histórico que produce que de la fusión de dos o más cocinas nazca una tercera con vida propia, con productos, técnicas y recetas particulares.
Nueve muy buenos lugares para beber y comer o para comer y beber -depende las prioridades de cada uno- en Buenos Aires. Este sábado 13 de mayo se celebra el día mundial del cóctel y la fecha no es casualidad. El 13 de mayo de 1806 un diario británico acuñó la primera definición aceptada y cristalizada de la palabra cóctel: "Un cóctel, pues, es una bebida alcohólica estimulante compuesta de alguna variedad de destilado, azúcar, agua y bitters".
El flan de puso de moda, se convirtió en uno de esos tantos platos de la cocina de inmigrante porteña que ahora se reversionan, perfeccionan, adoran, idolatran en tantos nuevos restoranes representantes de la nueva cocina argentina, o simplemente de, al fin: una cocina argentina. Así como el flan, es el turno de las milanesas, los buñuelos, los bifes, la pizza, los alfajores, los triples de miga o tantos otros clásicos porteños del siglo XX un poco desprestigiados durante décadas o alejados de las altas cocinas que hoy se sientan en la mesa de los grandes, los respetables; nuestros representantes en el mundo.
Con o sin crema, con o sin dulce de leche, con o menos huevos, pero siempre sin agujeritos, sin esa molesta fina lámina durita, sin caramelos quemados; un verdadero flan: cremoso, untuoso, homogéneo; una seda dulce y seductora. Sus buenas versiones hoy rebalsan por las calles porteñas.
El langostino, ese delicioso crustáceo decápodo, se está convirtiendo en el gran producto del Mar Argentino, en nuestra insignia, en nuestra representación a nivel mundial; por su abundancia y calidad. Sus secretos, características, cómo elegirlos, conservarlos, dónde comprarlos y también, dónde comer muy buenos platos con ellos.