Crudos: dónde probar las mejores versiones de Buenos Aires
Bi Won y su bibimbap de carne cruda
Sobrio, elegante y tradicional; manteles blancos y mozos a juego. Escondido en pleno barrio de Once, quizás el primer restorán coreano fuera de sus barrios, un gran lugar para acercarte por primera vez a esta increíble cocina. El lugar de los jerarcas coreanos de otra época, de embajadores, enviados y demás. Un lugar amigable, buenos consejos, clásico y rico. Uno de mis preferidos, difícil de encontrar en otro lado, es su bibimbap con carne cruda marinada. Muy buen banchan junto a cada plato. Además, especialista en la carne asada –bulgogi–de vaca y de cerdo.
Junín 548. De lunes a viernes mediodía y noche y sábados también de noche. Reservar.
Maru y su omakase
A puertas cerradas, en un íntimo ambiente de un departamento cerca de la Embajada de los Estados Unidos, Diego Bril y equipo sirven un menú omakase compuesto por lo mejor a disposición. Una verdadera experiencia para cualquier amante del sushi. Unos siete comensales sobre la barra y detrás de ella, dos cocineros que te preparan y sirven el sushi en el momento, uno tras otro, el más limpio y exacto de ellos. Menú fijo. Precisión, dedicación y armonía.
A puertas cerradas. De martes a sábado a la noche. @maruomakase
Tía Meche y sus ceviches
Un boliche sencillo escondido entre Agronomía y Parque Chas donde sirven una gran cocina peruana popular, sin pretensiones y muy honesta y rica. Una carta corta, porciones tamaño baño y un ceviche de lenguado que vale mucho la pena.
Bauness 1304, todos los días mediodía y noche. @latiameche
Mengano y su tartar de cordero
Restorán que reversiona clásicos argentinos de gran manera. Tomó el concepto de la comida de inmigrante de bodegón y con éxito la transforma en alta cocina o simplemente, en platos aún más ricos. Uno de sus clásicos es su delicioso tartar de cordero acompañado de una torta frita y jalea de membrillo que le queda pintado.
José A. Cabrera 5172. De martes a sábado por la noche. @mengano.ba
Centro y su tartar de carne
Una bonita y muy agradable esquina en el barrio de Caballito con una propuesta variada y muy interesante. Sándwiches y buena pastelería para desayunos y meriendas, un menú del mediodía atractivo y accesible, y una carta de noche más compleja, jugada y muy bien lograda que va cambiando por temporadas. Entre sus platos, un muy rico tartar de carne de vaca con yema curada aderezado con sabores asiáticos y acompañado de una tortilla estilo santiagueña; clásico pero moderno, tradicional pero jugado.
Dr. Juan Felipe Aranguren 928. De martes a domingo todo el día. @centro_restaurante
Aurelia Cantina y sus aguachiles
De la mano de los dueños del ex y muy buen restorán mexicano Ulúa, hace poco llegó Aurelia, otra propuesta de auténtica comida mexicana, en este caso inspirada en sus costas. Allí sirven unos muy ricos aguachiles –preparación típica de la costa del pacífico mexicana basada en proteínas de mar crudas embebidas en un líquido fresco, picante y algo ácido–. Suelen ofrecerlo de pescado o de frutas en versión vegetariana. Es un primo hermano mexicano del ceviche, aún más fresco y en este caso, con los chiles o ajíes tatemados –tostaditos para soltar su sabor ahumado–.
El Salvador 5090. De martes a sábado a la noche. @aureliacantina
Apu Nena y su kinilaw
Christina Sunae, su cerebro y creadora, seguramente sea la mejor exponente de la cocina del sudeste asiático en la Argentina. Oriunda de los Estados Unidos pero de corazón filipino –donde vivió en su juventud– conoce y cocina como pocos aquellos platos característicos de la región que la adoptó. Empezó con un restorán a puertas cerradas hace más de una década y hoy, ofrece su cocina en Apu Nena a través de tapas asiáticas, muchas inspiradas en la cocina típica filipina. Una de ellas, justamente, es su kinilaw, un plato de pescado crudo cortado en láminas, aderezado con vinagre y acompañado con alguna fruta, un cereal y una crema de tofu.
Debido a la colonización española y una mayoría católica, Filipinas tiene una cocina con algunas reminiscencias ibéricas mezcladas con productos y técnicas locales, una fusión bien interesante.
Aguirre 1600. De lunes a sábado por la noche, domingos al mediodía. @apu_nena
Cheff Iusef y su keppe crudo
Un clásico de la cocina libanesa en Buenos Aires que siempre vale la pena. Para ir y pedir todo el mezze –aquellas entradas o platitos servidas al medio de la mesa que componen el inicio de una comida tradicional en buena parte de Medio Oriente, mezze quiere decir sabor en persa– que haga falta. Muy buenas opciones de muchos platitos para compartir. Entre ellos, su keppe crudo, siempre muy rico. Precios accesibles, sabores tradicionales y muy bien logrados. Un lugar sin pretensiones muy honesto.
Malabia 1378. De martes a sábado mediodía y noche. Domingo también al mediodía.
Lardito y su tataki
Lardito, el hermano menor de Lardo y Rosemary, es un muy rico restorán de aquello que últimamente se puso tan de moda llamado: platitos, raciones medianas para poner en el centro de la mesa y compartir, ni entradas ni platos principales. Además, ofrecen una gran oferta de vinos de bodegas chicas que uno mismo puede ir a mirar y elegir “de la góngola”. Nunca están de más sus geniales papas fritas, pero la estrella del menú es el tataki de vaca con espuma de coliflor y una yema a penas sopleteada en el centro, un gran placer.
Av. Jorge Newbery 3655. De martes a sábado a la noche, sábados también al mediodía. @lardito__