Pese a que los vinos no quedaron al margen del espiral inflacionario, todavía se pueden encontrar muy buenas opciones a precios relativamente módicos. Los vinos argentinos son, en promedio, muy buenos y sumamente accesibles. Siempre hay nuevas botellas, nuevas bodegas y nuevos brebajes que esperan ser catados; arriesgarse es parte del asunto -y algunas veces fracasar, por supuesto-. Esta es mi lista de lo que encontré esta semana. Las opciones, precios y disponibilidad en nuestro país cambian a diario, por eso, alguna joya de esta semana ya no lo será la próxima y viceversa.
DE COMPRAS31 de mayo de 2022
Kaiken. Malbec 2018. $430
Un malbec muy correcto y bien logrado. Bastante frutado y agradable, sus cuatro años se notan para bien: pocos taninos y poco alcohólico. Un vino para todos los días. Tomar fresco.
Altos las hormigas. Malbec clásico 2018. $440
Otro buen exponente de un malbec bien clásico a muy buen precio. Sin paso por madera, lo que provoca un vino más frutado y fresco. Una bodega que siempre ofrece buenos vinos. Está en un buen momento después de cuatro años. Ideal tomar fresco.
Punto Final, Renacer. Cabernet Sauvignon 2018. $480
Una bodega joven multipremiada que hace ricos vinos. Esta es su gama más baja. Un Cabernet Sauvignon fresco y joven por no tener paso por barrica. Bastante frutado pero algo intenso a la vez, característico del cabernet. Otra buena opción a un buen precio para todos los días, perfecto para acompañar platos invernales.
Ikella, Melipal. Malbec 2018. $500
Otro buen malbec a muy buen precio. Frutado e intenso, está en su momento justo para tomar. La gama más baja de una bodega chica que produce ricos vinos.
Mythic. Cabernet Sauvignon 2018. $580
Un cabernet imperdible para su precio. El malbec de la misma gama también está muy bien. Es un vino ya más complejo y largo que los anteriores. Algo de madera, intenso y maduro, muy agradable. Abrir al menos media hora antes de tomar.
Punto final espumante, extra brut. Renacer. $650
Un espumante agradable a muy buen precio. 50% chardonnay 50% pinot noir. Producido por método charmat -el método más moderno y difundido de producción de espumantes, el otro es el tradicional champenoise-, por tanto un espumante fresco y frutado. Para tomar fresco, ideal para acompañar preparaciones dulces o pescados.
Cepa Tradicional Reserva Privada, La Rural. Corte de uvas tintas 2017. $680
Un rico vino en un momento justo. Compuesto por pinot noir, merlot, malbec y cabernet sauvignon. Un corte clásico de las cepas más explotadas en nuestro país. Un vino bien logrado y largo con bastante paso por madera. Poco alcohólico. Ideal abrir un buen rato antes de tomar.
Casa Petrini. Tannat, 2019. $850
Un vino multipremiado de una cepa poco común en la región. El tannat se da muy bien sobre todo en la zona aledaña a Cafayate pero en este caso es un buen exponente cuyano. Un poco más ligero y fresco que sus pares salteños sin dejar de ser un vino robusto y largo. Sin paso por barrica, lo que lo hace un vino algo fresco y muy interesante.
Salentein. Corte de blancas, 2021. $1100
Si hay una deficiencia que tienen los supermercados chinos en tema vinos, esa es sus blancos. Suelen escasear profundamente. Este corte de blancas -cosa que estamos más mal acostumbrados en tintos que en blancos- de mayoría chardonnay con algo de gewürztraminer y un poco de sauvignon blanc es una gran opción, muy complejo y completo, fresco y profundo a la vez gracias a la interacción de las cepas. Esa linea de Salentein es buena en general, ya hemos hablado y destacado la siguiente gama: Numina.
Catalpa, bodega Atamisque. Cabernet Sauvignon 2018. $1200
Un muy buen cabernet sauvignon de una bodega con vinos bien interesantes desde su linea Serbal, pasando por esta misma -Catalpa- hasta los Atamisque. Un vino profundo y potente, un cabernet con todas las letras. El pinot noir de Serbal, más económico, también está muy bien logrado.
Solería, Zuccardi. Vino licoroso. $1550
Un vino fortificado de uvas torrontés, el primero del mundo. Qué quiere decir esto: un vino fermentado con una parte de un destilado alcohólico de la misma uva hasta lograr un grado de alcohol cercano al 20%, copiando el estilo de los vinos fortificados portugueses como el famoso oporto. Muy distinto a un vino corriente y a la vez, muy interesante. Para tomar con el postre o de sobremesa. Vale la pena probarlo, de sabor persistente y profundo, con notas dulces y ácidas a la vez, untuoso; para tomar de a poco. No es ideal tomarlo frío como un blanco, a temperatura ambiente o un poco fresco, como tomaríamos un tinto.
Angelica Zapata, Catena Zapata. Cabernet franc 2016. $3000
Para darse un gusto, un clásico que ya está en un buen momento. Podría guardarse otros cinco o diez años pero con sus seis años ya empieza a estar bien bueno. Pese a su precio, no ha aumentado mucho en el último tiempo, es una buena oportunidad para probarlo. Los Angélica Zapata son todos realmente ricos, pero destaco su cabernet franc y su chardonnay, otro imperdible.
Relevamiento realizado lunes 30 de mayo en el supermercado de Elcano 3760, CABA.
Cuánta diferencia de precios hay entre un mercado minorista y un supermercado, en qué productos y por qué pasa esto. ¿Diferencia de precios y con ella, de calidades? ¿Más barato, peores productos? Ejemplos, referencias, estimaciones de lo que podría costar nuestra comida. Hoy, la canasta básica alimentaria ronda los $172 mil por persona promedio, pero: ¿a qué precio toman lo que comemos?
Malos productos de supermercado que podríamos dejar de consumir y reemplazarlos muy fácilmente por otros mejores y, casi siempre, más baratos. Muchos, son productos ya elaborados para comer peor pero congraciarnos con nuestra fiaca. En otros casos, supongo, solo se trata de ignorancias o costumbres; por ir a lo seguro, por no asumir ningún riesgo o preferir comer peor y más caro, pero conocido.
Elementos prácticos no tan usados para cocinar mejor y más productivamente cada día. La plata siempre es una buena razón, pero en este caso, un poco menos. Utensilios que creo, escasean, no sé por qué, en muchas cocinas. Nada electrónico, nada moderno; cosas que no tienen reemplazo ni versiones superadoras. ¿Cuántos de ellos tenés? ¿Cuál sumarías a la lista?
Productos, cortes, verduras; bocados al alcance de la mano que no apreciamos lo suficiente. Somos un país con una gran abundancia de materia prima pero nuestra dieta se suele conformar de no más de 15 productos. ¿Cuál sumarías a la lista?
Culpa del marketing, sobre todo, y también, de la crisis. Supongo que se trata de esa maldita necesidad de “resaltar” algunas cosas y a la vez, “ocultar” otras; muchas veces en pos de ofrecer un producto más barato sin que se note. Ese cruel menester de hacer equilibrio en el fino límite entre la estafa y la ley. A veces, el Código Alimentario no alcanza para imponer mayor claridad y el consumidor lo sufre: en el sabor, en la salud y en el bolsillo. La lista se compone de algunos productos que encontré últimamente en diversos supermercados y comercios.
Un paseo por el mundo en colectivo: seis mercados o supermercados étnicos porteños más allá del famoso Barrio Chino.
Porque las modas cambian, porque los paladares mutan, porque importa más el rendimiento y los costos, porque no hay demanda, porque simplemente no eran tan ricos o, porque: solo nos olvidamos. Algunas preparaciones que fueron populares y clásicas en los restoranes y cocinas argentinas, sobre todo porteñas, y hoy se encuentran olvidadas o en vías de extinción.
Ideas simples para enaltecer los platos de todos días. Para salir de lo habitual o darle una vuelta de tuerca a esos clásicos. Mis consejos para algunos platos básicos que solemos comer bien seguido. Otro estilo de milanesa, un puré o una tortilla de papas perfecta, cómo hacer un caldo casero bien rápido o, por ejemplo, con qué salsear cada tipo de pescado.
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Hoy, no somos una de las grandes cocinas del mundo, siquiera una de las grandes cocinas de América, como lo son México o Perú. Qué tienen aquellas cocinas dominantes o qué nos falta a nosotros. Generalidades, mi subjetividad, por supuesto.
