
Mi postre favorito, la tarta de queso en casi todas sus versiones, se está imponiendo de la mano de la tarta vasca, el nuevo bocado fetiche de la mesa dulce porteña. Sus orígenes, sus versiones alrededor del mundo y dónde comer las más ricas.
La Buenos Aires de las parrillas o las parrillas de Buenos Aires: las mejores 7 parrillas de barrio, 5 parrillas elegantes de toda la vida y 3 de las que llegaron hace bien poco con la moda.
RESTORANES18 de marzo de 2022Buenos Aires es la ciudad de las parrillas o son las parrillas las que definen a la Buenos Aires actual. Sin embargo, hasta bien entrado el siglo XX el asado fue un fenómeno rural bien alejado de los conglomerados urbanos. Recién de la mano de la gran inmigración interna de los años cuarentas se empieza a concebir al asado como algo citadino. Y, a partir de los cincuentas el fenómeno se afincó: se hizo religioso el asado del domingo, el asadito de obra los viernes, el choripán en las cercanías de las grandes aglomeraciones, se multiplicaron las carnicerías de barrio, apareció el olor a grasa chisporroteante en cada calle porteña y junto a todo eso, también brotaron y se multiplicaron por los cien barrios porteños las parrillas -o las parrillas de barrio-.
En los barrios más conchetos de la ciudad, las clásicas parrillas de barrio van cerrando mientras afloran las parrillas “cuidadas” o “pitucas” a la moda de estos tiempos. Las parrillas –o algunas de ellas– ahora también son lugares para jóvenes yuppies. Lamentablemente, hoy abren muchas más parrillas cool que aquellas ‘cutres’ de barrio de toda la vida.
Todos tenemos nuestra parrilla de barrio preferida. Hay cientos de ellas o quizás infinitas solo en Buenos Aires y no voy a demostrar lo contrario ni por supuesto, querer conocerlas todas, simplemente contarte mis preferidas.
Mis 7 favoritas de barrio
Don NicetoTan necesaria en un barrio que ya escasea de parrillas en serio. El último mohicano que resiste a la gentrificación de Palermo. Un Salón chiquito y buena vereda. Siempre llena. Famosa por sus chinchulines. Carta corta, pero siempre está todo como debe estar.
Av Niceto Vega 5255. De martes a sábado a la noche, sábados también mediodía.
Puerto viejoParrilla típica y muy agradable en una esquina de Pedro de Mendoza frente al Riachuelo. Un clásico de La Boca, justo pasando el frenesí de Caminito. Buena vereda, muy lindo patio interno. Mozos de verdad y parrilla impecable.
Av Don Pedro de Mendoza 2103. Abre todos los días al mediodía.
La esquina Resiste en un barrio que cada vez está más chic. Algunas mesas de plástico y mucha gente comiendo de parada. Muy buenos sandwiches, incluso el de molleja. También venden carne al peso para llevar o comer ahí. Sin mayores pretenciones, simple y al paso. Dos parrilleros, una cajera y otra mujer detrás haciendo las ensaladas.
Miñones 1902. De lunes a sábado al mediodía.
Parrilla Don JorgeMuy rica parrilla en una esquina del barrio de Villa Crespo, a metros de la cancha de Atlanta. Muy buena carne, muy buenas papas fritas. Qué más querés.
Villarroel 1201. De lunes a sábado mediodía y noche.
La taberna de RobertoParrillón del barrio de Parque Patricios. Además de parrilla, buenos platos de bodegón. Buena carne, buenas achuras. Un templo del barrio. Muchas mesas en la vereda pero suele estar lleno.
Sanchez de Loria 2110, esquina Av Brasil. Abierta todos los días mediodía y noche.
Lo de diegoDe las que ya casi no hay. Parrilla bien de barrio con unas pocas mesas en la vereda de su esquina de Villa del Parque. Carta corta pero concisa –hay hasta ensalada de papa y huevo–. Lugares que nos identifican, cada cinco cuadras debería haber una.
Joaquín V González 3101. De lunes a sábado al mediodía.
Lo de Charly –o Totín o Thomas y Heredia, mismos dueños, misma carta–.Una institución de la porteñidad. Alimenta a miles de personas cada día –hasta la pandemia servía asado las 24hs del día todos los días de la semana–. Buena vereda, porciones abundantes y buen servicio pese a la afluencia de gente. Muy rico chorizo, buenas papas fritas. Podrán discutirla, pero no se lo merece, es necesaria.
Av Alvarez Thomas 2101. Abierta todos los días hasta bien entrada la medianoche.
Mis 5 elegantes de toda la vida
La BrigadaHugo, su dueño y parrillero, abrió un pequeño local en San Telmo en 1992. Esa parrilla chiquita y muy valorada por hacer todo exacto como se debe se transformó en un monstruo de dos pisos e ícono de Buenos Aires. Porque todavía hacen las cosas como el primer día: exactas.
Estados Unidos 465. Mediodía y noche, lunes cerrado.
El mirasol de BoedoUn clásico del barrio de Boedo desde los años sesentas que se fue expandiendo hacia enclaves más cajetillas. Una parrilla bien tradicional con una carta de carnes extensa. Un viaje a al pasado más que agradable. Todo rico y perfectamente servido.
Av Boedo 136. Abierto de martes a domingo mediodía y noche.
El pobre LuisUna institución del barrio de Nuñez. Fundada por el uruguayo Luis Acuña y continuada por su hijo Líber. Muy buenas mollejas, imperdibles pamplonas y carne de primera. Un ambiente futbolero y amigable. Salón amplio y muy cómodo.
Arribeños 1393. De martes a sábado a la noche. Domingos al mediodía.
Parrilla PeñaLa fusión perfecta entre una parrilla de barrio y una elegante. Un clásico de clásicos que nunca baja la calidad. Todo en su punto justo sin pretenciones. Ya quedan pocas del estilo: que no se hayan conchetizado ni decaído. Una gran exponente de la parrilla argentina, sin vueltas.
Rodríguez Peña 682. De lunes a sábado mediodía y noche.
Río albaOtra típica parrilla elegante de Buenos Aires. De muy buena calidad y muy buen servicio. Allí dentro el tiempo no pasa y la carne está siempre igual de buena. Detrás de la embajada de Estados Unidos.
Av Cerviño 4499. Abierto siempre, todos los días mediodía y noche.
Mis 3 favoritas de las que llegaron con la moda
Corte comedor Parrilla cuidada y de moda pero de muy buena calidad. Las carnes son casi perfectas y los acompañamientos, también. Allí mismo tienen una carnicería y fiambrería. Fiambres muy ricos. Para darte un gusto una opción casi inmejorable. También venden carnes maduradas para comer allí o llevarte crudas. Por abrir un nuevo local de fiambres y copas a unas pocas cuadras.
Olazábal 1391 –esquina migueletes–. Abierto todos los mediodías y todas las noches salvo los domingos.
Madre RojasEn una esquina agradable de Villa Crespo. La más nueva de toda la lista. Gran exponente de su categoría: parrilla coqueta, cuidada y a la moda con muy buenas carnes, muy ricos fiambres y mollejas perfectas –enteras, jugosas, doradas–. Uno de sus dueños es Juan Barcos, precursor en la cría y de vacas wagyu en la Argentina.
Rojas 1600. Abierto de martes a domingo a la noche.
La carniceríaQuizás la precursora de las parrillas que son un poco más que solo una parrilla, en usar la carne asada como parte de platos más complejos. Muy buena carne, buenos ahumados, ricas verduras. Carta corta pero bien pensada. Local chico y agradable a metros de Plaza Italia. Mismos dueños que Chori, Niño Gordo, Juan Pedro Caballero, El Dorado, Paquito y cada día alguno más.
Thames 2317. Abierto todas las noches y sábado y domingo al mediodía.
Mi postre favorito, la tarta de queso en casi todas sus versiones, se está imponiendo de la mano de la tarta vasca, el nuevo bocado fetiche de la mesa dulce porteña. Sus orígenes, sus versiones alrededor del mundo y dónde comer las más ricas.
La albóndiga es una gran comida que conquistó el mundo en diversas pero cercanas versiones. Tienen más de tres mil años de historia e infinitas recetas. Acá, te cuento su historia, sus orígenes, sus mandamientos para hacerlas en casa y ocho de sus variantes más famosas alrededor del mundo y dónde probar cada una de ellas en Buenos Aires.
El boom de productos y preparaciones que hasta hace cinco años era casi desconocidos o de nicho y hoy, están hasta en la sopa. Una buena receta con cada uno o dónde comerlos.
La empanada es uno de los íconos de la gastronomía argentina y un embajador patrio en el mundo. Pero: ¿son argentinas? Tantas veces nos dijeron que eran nuestras, tantas veces escuchamos que se quemaron los dientes aquél día lluvioso de mayo de 1810, tantas veces sentimos orgullo por ellas: ¿tantas veces nos engañaron? Cada cultura creó o reversionó sus propias masas rellenas más o menos parecidas, algunas se impusieron a nivel global más que otras, pero todos y cada una de las grandes culturas de este mundo tiene su “empanada”: el lajmayín o fatay árabe, las samosas indias, las salteñas bolivianas, el brik tunecino o los nems vietnamitas; entre tantas otras.
Nueve comidas bien porteñas en sus versiones clásicas y modernas, en su receta tradicional o reversionada. ¿Cuál de los dos es cocina Argentina: la copia más fiel de su antepasado europeo o a las tradiciones criollas o aquél que se modificó y resignificó en estas tierras?
Nuevas pizzerías de Buenos Aires que valen la pena. Pese a que la pizza es un clásico argentino del siglo XX, uno de los emblemas de nuestra cocina patria luego de la oleada de inmigrantes italianos; en los últimos años hubo un nuevo despertar de la pizza, desde otro lugar, con otra filosofía y aspiraciones. La búsqueda de una pizza con otras intenciones, otros productos y otras recetas. Se amplió el abanico, llegaron estilos que no había, productos que no se encontraban y demandas que no existían hasta hace cinco años. Por eso, en los últimos tres o cuatro años abrieron en Buenos Aires decenas de pizzerías que aspiran a ofrecer eso: pizzas más allá de las clásicas porteñas de toda la vida. Muchas de las nuevas, buscan emular el estilo napolitano, pero otras, el neoyorquino o el romano o incluso, encontrar buenas reversiones modernas de la pizza porteña.
Famosas y clásicas pero a la vez, creo, algo lejanas, ajenas para nosotros. Recorrer y conocer el mundo a través de ensaladas con nombre propio. Ricas, interesantes, variadas; distintas. Buenas recetas frías para estos días de calor. Y cada una, con su respectivo aderezo.
Un paseo por el mundo en colectivo: seis mercados o supermercados étnicos porteños más allá del famoso Barrio Chino.
Culpa del marketing, sobre todo, y también, de la crisis. Supongo que se trata de esa maldita necesidad de “resaltar” algunas cosas y a la vez, “ocultar” otras; muchas veces en pos de ofrecer un producto más barato sin que se note. Ese cruel menester de hacer equilibrio en el fino límite entre la estafa y la ley. A veces, el Código Alimentario no alcanza para imponer mayor claridad y el consumidor lo sufre: en el sabor, en la salud y en el bolsillo. La lista se compone de algunos productos que encontré últimamente en diversos supermercados y comercios.
Entender por qué algo nos parece más rico –o más feo– es un gran paso para poder cocinar mejor, o al menos, a consciencia. Así como el umami o quinto sabor se transformó en uno de los términos y conceptos más repetidos y resonantes en la gastronomía mundial en la última década, ahora es el tiempo del kokumi.
Productos, cortes, verduras; bocados al alcance de la mano que no apreciamos lo suficiente. Somos un país con una gran abundancia de materia prima pero nuestra dieta se suele conformar de no más de 15 productos. ¿Cuál sumarías a la lista?