Consejos y productos simples y baratos para adoptar en los días de calor
Comer más pescados en conserva como las sardinas o aquellos curados en casa
Las sardinas, poco veneradas y usadas, son una gran opción para el verano. Simples y saludables, ricas en omega 3, las podés usar en ensaladas frescas o con huevo, papas, aceitunas, cebollas, verduras de hoja, con diversos cereales, legumbres o con pasta fría. Preparar una tostada con ellas o para darle un toque a una sopa fría. Un reemplazo más que interesante al atún.
Existen diversas maneras para curar pescados en casa, es importante que el pescado esté fresco, fileteado y sin espinas. Una de ellas es la clásica de gravlax, usada para salmones o truchas: una mezcla de dos partes de sal por una de azúcar, un poco de eneldo y pimienta y cubrir con eso todo el filete. Dependiendo del grosor del pescado el tiempo de curado, pero al menos unas cuatro horas son necesarias. Cuando está listo, lo limpias y lo conservas en la heladera. Para comer lo cortas en lonjas y lo utilizas como fiambre, una delicia.
Otra forma simple y útil para curar pescados azules de la familia del atún –como el bonito, la anchoa o la caballa, por ejemplo– es colocando los filetes en sal y un poco de azúcar por unos cinco minutos, luego otros quince cubiertos por vinagre. Después de eso, los retirás, lavás y los dejás dentro de un tupper con la marinada que quieras en la heladera listos para comer. Suelo usar una mezcla de aceite, un poco de vinagre, azúcar, un chorro de salsa de soja, jengibre, cilantro y algún ají picante. Se puede guardar cerrado en la heladera por unos cuatro días.
Usar frutas de temporada en preparaciones saladas como peras, sandía, melón, frutillas, duraznos e higos
Las frutas en verano son bien jugosas, ideales para agregar frescas o cocidas. La pera va bárbaro en ensaladas verdes, junto a quesos blandos de sabor potente, con carnes blancas o con embutidos. Las frutillas pueden ser el toque fresco y ácido en casi cualquier preparación, animate a usarlas. La sandía y el melón son bárbaras para hacer sopas frías o simplemente, como acompañamiento doradas en una plancha. Los higos en ensaladas o con fiambres curados son ideales. El verano es el momento de incluir frutas frescas que hagan los platos más refrescantes. Porque todo necesita su equilibrio dulce, así como la cocina china usa azúcar en casi todas las preparaciones, la fruta aporta ese contraste necesario para resaltar los sabores.
Tener cebada u otros cereales siempre a mano, fríos y cocidos
Cebada, cuscus, quinoa, bulgur o trigo burgol, el que quieras o consigas. Todos ricos en fibra, buenos para la salud y bajos en calorías. Todos muy simples de cocinar, simples de reservar en la heladera y versátiles para después usar en cualquier ensalada o preparación fría. O calientes, se pueden saltear rápidamente con ajo en una sartén y quedan perfectos. Una opción simple y fresca para armarte algo rápido y salir de lo cotidiano. Con buenas hierbas y verduras frescas quedan bárbaros.
Hacer carnes para comerlas como fiambre, más sano y rico
Es muy simple de preparar, se puede guardar varios días en la heladera y lo podes ir comiendo de a tajadas en ensaladas, sándwiches o como se te ocurra. Lo ideal es usar lomo, dorarlo bien por fuera en una sartén o plancha, dejarlo bien jugoso por dentro y ni bien lo sacas del fuego llevarlo al freezer para que no se pierda sus jugos. Cuando ya esta bien frío lo pasas a la heladera hasta que quieras comerlo. Lo cortás en tajadas bien finas y voilá. También se puede usar peceto, picaña o tapa de cuadril, o con tapa de asado preparar un pastrón rápido.
Hacer ensaladas asiáticas con fideos de arroz y hierbas. Y de paso, tener ricos aderezos en la heladera.
Los fideos de arroz son una gran alternativa para salir de las ensaladas clásicas, se pueden guardar cocidos o hidratados en la heladera con una gota de aceite para que no se peguen. Se pueden combinar con verduras crudas y crocantes, con proteínas, con maní, con hierbas frescas como el cilantro, la menta o la albahaca, con frutas ácidas, en caldos, con tofu o huevos. Son una opción cada vez más accesible y muy simple.
Usar yogur natural y quesos en tus comidas saladas combinados con frutas o verduras
El yogur está muy poco expandido en nuestras preparaciones saladas, pero es un gran componente para hacer ensaladas o aperitivos frescos. También, como parte de un aderezo o como complemento de verduras como la berenjena o el pepino.
Por otro lado, los quesos son un aliado del verano, no así al bolsillo en este momento. Los quesos blandos, sobre todo, son ideales –más si tienen cierta potencia– para combinar con frutas, ensaladas de hoja, pastas frías o cereales.
Tener siempre legumbres cocidas en la heladera
Lentejas, porotos, garbanzos, porotos negros, habas; lo que tengas. Comprar secas y no de lata, remojar y cocer una buena cantidad y guardar en la heladera ya listas para usar. Ideales para hacer ensaladas frescas y sanas ricas en proteínas. También se pueden procesar y hacer distintos dips o prepararlas en escabeche.
Hacer más sopas frías: frescas, versátiles y deliciosas
Con las verduras y frutas de verano es momento de hacer sopas frías como el gazpacho, el salmorejo, una sopa fría de choclo, de melón con menta y pepino o de remolacha. La mayoría de ellas no necesitan cocción y es una gran opción para guardar en la heladera y tomar frescas en cualquier momento del día. Una buena opción es agregarles verduras picadas o hierbas al momento de servirlas para darles otra textura y mayor frescura.
Usar las verduras de temporada como el tomate y el pepino, frescos y jugosos
El tomate debe ser uno de los protagonistas del verano, en todas sus formas y versiones: en ensalada, en sopas frías, rellenos, confitados y tenerlos en la heladera, asados, en mermelada o como se te ocurra. Un rico tomate con un poco de queso o sardinas o legumbres, te salva. Es momento de comerlo en todas sus formas.
También es momento del pepino, una verdura menos familiar, pero que se puede hacer encurtida con un poco de vinagre, azúcar y sal y guardad en la heladera, rallarlo y preparar un tzatziki, hacer un clásico sándwich de pepino inglés, sopas frías o agregarlo como el componente fresco de cualquier ensalada. Es recomendable siempre retirarle las semillas y cortarlo bien finito.